
Liberalismo y Carlistas
España en el siglo XIX
Definición e ideas

Partido Liberal:
Ideas principales: Inspirados por la Ilustración, defendían la soberanía nacional, la división de poderes, el constitucionalismo, la igualdad jurídica y reformas económicas como la desamortización.
Objetivos: Modernizar España, establecer una monarquía constitucional o república, centralizar el Estado y promover el progreso.
Base social: Burguesía, clases urbanas y sectores ilustrados.
Partido Carlista:
Ideas principales: Defendían una monarquía absolutista, el catolicismo como religión oficial, el respeto a los fueros regionales y la tradición dinástica (línea masculina).
Objetivos: Restaurar el Antiguo Régimen, proteger los fueros y mantener el poder de la Iglesia.
Base social: Clero, campesinos y sectores rurales.
Comparación:
Los liberales buscaban modernizar España con reformas políticas y económicas.
Los carlistas defendían la tradición, la religión y el absolutismo, oponiéndose al cambio liberal.
Este conflicto ideológico desató las Guerras Carlistas y marcó el siglo XIX.
Biografía ficticia

Soy Baldomero Espartero, nacido en 1793 en Granátula de Calatrava. Mi vida ha sido una constante lucha por España, primero como militar y luego como político. Serví en la Guerra de la Independencia y lideré las tropas liberales en la Primera Guerra Carlista. El Abrazo de Vergara en 1839 fue mi intento de reconciliar a una España dividida.
Como regente tras la abdicación de María Cristina, busqué modernizar el país, defendiendo la Constitución y promoviendo reformas como la desamortización. Pero los conflictos políticos me llevaron al exilio en 1843. Regresé años después, ya sin ambiciones de poder, reflexionando sobre mis aciertos y errores.
Si algo he sido siempre, es un soldado de España. Mi sueño siempre ha sido que España fuera un país unido, libre, justo y ejemplar. Tal vez imperfecto, pero siempre guiado por el deber.
Redacción

Diferencias entre Moderados y Progresistas
En el siglo XIX, moderados y progresistas representaban dos facciones del liberalismo español. Los moderados defendían un liberalismo restringido, con poder concentrado en el rey, voto censitario y centralización del Estado, apoyados por la alta burguesía y la aristocracia. Por otro lado, los progresistas buscaban un modelo más democrático, limitando al monarca, ampliando el sufragio y promoviendo la separación entre Iglesia y Estado. Su base social incluía clases medias y sectores populares urbanos. Estas diferencias reflejaban un choque entre conservadurismo y reformas más profundas.

Causas de las Guerras Carlistas
Las Guerras Carlistas fueron conflictos derivados del choque entre tradición y modernidad. El detonante fue la disputa dinástica tras la muerte de Fernando VII, cuando Isabel II asumió el trono frente a los reclamos de Carlos María Isidro. Los carlistas defendían el absolutismo, la religión católica y los fueros regionales, con apoyo rural y eclesiástico. En cambio, los liberales promovían el constitucionalismo y el centralismo, representando a las élites urbanas. Estas guerras reflejaron las divisiones políticas, sociales y territoriales de la España del siglo XIX.